Si tomamos en cuenta la cantidad de áreas y núcleos que el sistema nervioso dedica al equilibrio, podemos sospechar que es una de las funciones a la que deberíamos prestar más atención.
Desde nuestro nacimiento, estamos equipados con una serie de reflejos relacionados con los cambios de posición respecto de la gravedad. A lo largo de nuestro desarrollo estos reflejos se van transformando en una coordinación altamente eficaz que finalmente nos permite estar en pie con la cabeza erguida.
Pero un buen equilibrio no solo está relacionado con la posición de estar de pie o con la capacidad de no caernos. Influye también en la calidad de todos nuestros movimientos, desde levantar un brazo para agarrar un objeto lejano, hasta practicar un deporte o tocar un instrumento.
A lo largo de este taller de Feldenkrais exploraremos algunas estrategias que utiliza el sistema nervioso para crear nuestro sentido del equilibrio. Podrás comprender, a través de una serie de lecciones de Feldenkrais, la inteligencia con la que el cerebro combina los sentidos, el esquema corporal, la información propioceptiva y del entorno para el buen funcionamiento del equilibrio.
Créditos fotográficos
- Foto – © Quinten de Graaf