Marilupe Campero

Marilupe Campero, la primera persona en introducir el Método Feldenkrais en México completó sus primeros años de estudio en 1987 en San Rafael, California, formándose con algunos de los asistentes más apreciados de Moshe: Chava Shelhav, Gaby Yaron, Miriam Pfeffer y Yochanan Rywerant, entre otros.

Con un máster en desarrollo humano, una licenciatura en fisioterapia, terapia ocupacional y una especialización en desarrollo neuromotor y problemas neurológicos, quedó profundamente cautivada por las posibilidades que ofrece el método Feldenkrais. Esta pasión fue la que la inspiró a volcarse en la tarea de llevar el método primero a México y posteriormente al resto del mundo.

Conocida por su tono calmado y su reconfortante presencia, Marilupe combina cualidades que pueden parecer contradictorias. Por un lado, es una profesional con los pies en la tierra y un gran sentido de la compasión que ha trabajado durante 30 años en Colima con niños con discapacidad neuromotora y sus familias, prestando sus servicios en el Centro de Atención Múltiple (Escuela para Alumnos con Discapacidad). Actualmente esta institución lleva su nombre, Centro de Atención Múltiple Marilupe Campero, como homenaje a su dedicación y conocimientos.

Por otra parte, Marilupe no dejó de perseguir su gran visión de hacer que las herramientas de Feldenkrais fueran accesibles para todo el mundo. Como pionera del método en México, junto con otros colegas de otros países, dedicó años a impartir innumerables talleres para despertar el interés. Este trabajo preliminar le permitió finalmente establecer el primer programa de formación profesional en 1998. Desde entonces, ha desempeñado el cargo de coordinadora general de seis programas de formación profesional Feldenkrais en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima (1998 – 2023). Actualmente dirige la primera formación profesional de Feldenkrais en Querétaro, México.

Adicionalmente, es codirectora del CEAM, el Centro de Aprendizaje y Movimiento de Colima, donde mantiene su consulta privada.

A partir de su pionero trabajo en México, Marilupe impartió talleres por toda América Latina. Desde entonces, Marilupe ha sido invitada a impartir formación en Japón, Estados Unidos, Europa y Argentina, donde es codirectora de la formación. Su próximo paso es dirigir un programa de formación en colaboración con el Instituto Feldenkrais en Chile.

Su pasión por el método está impulsada no sólo por su fascinación por el proceso de aprendizaje que capacita a los alumnos para ampliar sus posibilidades, centrarse en lo que funciona y mejorar su calidad de vida, sino también por el hecho de trabajar con un abanico muy diverso de personas. Desde personas que se enfrentan a retos neurológicos hasta atletas de alto rendimiento, personas mayores, artistas escénicos y profesores de yoga, Marilupe considera que su trabajo con comunidades tan variadas es profundamente enriquecedor. Desde 2015, también forma parte de la facultad de Atención Geriátrica, donde enseña a profesionales que cursan la diplomatura en Asistencia Geriátrica.

¿Cómo puede una sola persona conseguir tanto? Además de sus habilidades profesionales, el gran poder de Marilupe reside en su capacidad para hacer que la gente se sienta vista, escuchada y comprendida. Crea un espacio seguro y alentador que fomenta el aprendizaje y hace posible que las personas introduzcan cambios significativos en sus vidas.